“Los
gatos salvajes se juntarán con hienas
y un sátiro llamará al otro;
también allí reposará Lilit y en él encontrará
descanso”
Ya lo decían las piernas acróbatas de Lyn May cuando
fichaban
una cadera prieta produce lo que un porro en el
pubis de quien se dispone a ser erotizado
por una danza serpiente
En cada movimiento
se practican amarres al ritmo de las fauces
masculinas
ojo de alacrán labios de salvia divina vientre de
Toloache
de una mirada desértica florecen Gardenias
los corazones comienzan a prostituirse al expirar su
incienso
mientras un par de muslos escriben la Kabbalah
deslizándose por el tubo de un Hong Kong
Enuncian un bolero que entonó Luisito Plá,
se corre la weed con un poco de crack y heroína
entre cada jeringa
unos cigarros internacionales, varias Indio, XX
Lager, Tecates, Bohemias
la Virgen de Guadalupe en el centro del mesero
cuadros de María Félix y Marilyn Monroe, una seguida
de la otra
A mitad de la pista
surge una de entre tantas Lilith buscando a su Samael y otros demonios
para introducirlos en su mar rojo
Él, domador de viento le muestra el camino a donde
las bestias se asesinan
un baño de misticismo les da su bendición
la lengua marca territorio en los orificios
y una cama de chinches
la figura de ollin entre los sexos tatúa a Lilith
Amanece
ellas se reúnen
beben un poco de coñac
se fuman las sobras de un cigarro
el danzón debe continuar
regalan un poco de su tristeza con dedicatoria en el
lápiz labial
una caída libre en su vientre las abraza
se viene el oleaje y cubre su cabalgar
los latidos recobran la sed
otro par de zapatillas y lentejuelas han de
vestirlas de olvido
para que abandonen de nuevo el jardín del Edén.